Una visión – William Cameron Towsend, “Tío Cam,” creyó que Dios le dio la visión de traducir la Palabra de Dios a la lengua materna de todo grupo lingüístico del mundo. Cuando él llegó a Guatemala en 1917, un misionero de experiencia, le dio dos meses de sobrevivencia.
Aún así, Dios le permitió vivir hasta los 86 años. El murió en el 1982, cuando la tarea de la traducción de la Biblia era una de las grandes obras cristianas de nuestra era. La historia de todos estos interesantes años está en los libros “Dos mil lenguas para ir” (“Two Thousand Tongues to Go”) y “El Tío Cam” (“Uncle Cam”).

Los inicios
El tío Cam empezó en Guatemala como un distribuidor de Biblias. Su tarea no se limitó únicamente a vender Biblias, sino también a llevar el mensaje del amor de Cristo. “¿Conoces al Señor Jesús?,” fue la pregunta que Cam hizo en español en una ocasión. “Siento no conocerle. Yo tampoco soy de aquí,” fue la respuesta. El tío Cam no sabía que la palabra “Señor,” también se refería a Dios y que Jesús, ¡era un nombre bastante común en español!. Luego lo volvió a intentar. Más tarde lo enviaron a Santa Catarina, hogar de más de 200,000 indígenas cakchiquel. Encontró que apenas sabían hablar español y mucho menos leerlo. Cam estuvo bien ocupado vendiendo Biblias a la gente que sabía español, pero su corazón estaba quebrantado por la necesidades materiales y espirituales de los indígenas.
Aprendiendo la Lengua
Decidió aprender la lengua de los cakchiquel y comenzó a traducir el Nuevo Testamento para ellos. En aquel entonces, no había un Instituto Lingüístico de Verano, pero el lingüista Dr. Sapir le aconsejó, “encuentra los patrones del lenguaje, no trates de forzarlo dentro de los patrones europeos.” Esta era la clave que Cam necesitaba. El escribió sobre la gramática cakchiquel y aunque fue algo conciso, le resultó adecuado. Eventualmente, el Nuevo Testamento se hizo realidad y aún más importante, nació una iglesia con muchos creyentes y líderes cakchiquel. Su propio testimonio, su amor para con los indígenas, las escuelas académicas y bíblicas que él ayudó a establecer, fueron factores claves que contribuyeron a esparcir el Evangelio.
Traductor o plantador de Iglesia?
Una vez que terminó la traducción del Nuevo Testamento comenzó a lidiar con una pregunta, ¿debería nuevamente ser pionero en otro lugar? o ¿debería continuar con el trabajo con la iglesia cakchiquel ?. El se resistía a que se dependiera del liderazgo de extranjeros. Creía que los líderes de la iglesia debían ser cakchiquel y que esto era posible con una capacitación adecuada en la Escrituras. De manera que concluyó que estaba listo para nuevamente ser un pionero.
En ese momento surgió L.L Legters. El sabía que al menos 1,000 grupos lingüísticos esperaban por el Evangelio. Cam, enfermo de tuberculosis, meditaba en tal información. El pensó que la barrera para alcanzar a estas personas era la dificultad de aprender sus lenguas. No existiendo los cursos apropiados para ello, entonces ¡decidió iniciarlo! Capacitando a otros con lo que él realizó con los indígenas, era la manera de él multiplicarse. En 1934, se inició el “Campamento Wycliffe” con tan sólo ¡dos estudiantes! Al año siguiente, tenía cinco estudiantes, incluyendo al Dr. Ken Pike, quien proveyó cono-cimientos sobre los sonidos, lo cual era vital para la traducción de la Biblia.
México
En México surgió otro aspecto que facilitó el desarrollo de la traducción como campo de estudio. En aquel entonces, los misioneros no eran bienvenidos, pero sí lo eran los educadores e investigadores científicos. Desde que la traducción de la Biblia incluyó tanto el área de la investigación científica (lingüística) como la educativa (alfabetización), la labor se tornó más “neutral” en términos religiosos. Eventualmente, todo ello se organizó bajo el nombre del Instituto Lingüístico de Verano, convirtiéndose en el vehículo para todo el trabajo de campo en el cual Wycliffe estaba involucrado y para toda capacitación relacionada con las lenguas y las culturas. Algo fundamental en la visión de Wycliffe, es mantener cierta neutralidad religiosa enfocándonos en glorificar a Dios mediante una labor científica genuina y un trabajo educativo. Este es nuestro compromiso para con la labor de la traducción de las Escrituras.
Más tarde se desarrolló la promoción de capacitaciones para los traductores nacionales, reconociendo la necesidad de las alianzas para el cumplimiento de la visión del tío Cam. Estos cursos se diseñaron para satisfacer las necesidades particulares de los participantes y de las lenguas representadas.
Sabemos que en el mundo se hablan sobre 6,909 lenguas y que la tarea es extensa, pero mantenemos la llama viva de esta visión.