Poblaciones Indígenas Un Desafío Para La Comunidad Internacional
El creciente interés de la opinión pública en las poblaciones indígenas y un largo proceso de negociaciones internacionales en el que participaron las organizaciones indígenas indujeron a la comunidad internacional a proclamar 1993 el Año Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, y, posteriormente, al período 1995-2004, Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo, con el objeto de centrar la atención en las cuestiones de interés para las poblaciones indígenas. Además, desde 1995 se ha celebrado el ‘9 de agosto el Día Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo’. Cada una de estas medidas ha tenido importancia en la lucha por el reconocimiento de los derechos de las poblaciones indígenas, medidas que cobran mayor significación con el próximo aniversario de un documento histórico relacionado con los derechos humanos y aprobado por las Naciones Unidas hace cincuenta años: la Declaración Universal de Derechos Humanos.
En la Declaración se reconoce la dignidad inherente a todo ser humano y se establecen en detalle los derechos de que deben disfrutar todos, «sin distinción de ningún tipo por motivo de raza, color, sexo, idioma, religión, convicciones políticas o de otra índole, origen nacional o social, propiedad, nacimiento u otra condición». En el marco de la Campaña Mundial de Información Pública emprendida por las Naciones Unidas en 1988, la Declaración Universal se tradujo a más de 40 idiomas vernáculos y tuvo una amplia difusión entre las comunidades indígenas.
El Decenio de las Naciones Unidas para la educación en la esfera de los derechos humanos (1995-2004) también centra la atención en la importancia de la educación en la esfera de los derechos humanos para todos, incluidas las poblaciones indígenas, en vista de los problemas con que han tropezado esas comunidades.
Las Naciones Unidas reconocieron oficialmente a las poblaciones indígenas en 1982, cuando se estableció en Ginebra el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas, foro especial de expertos en derechos humanos, para que representantes de las organizaciones indígenas y de los gobiernos intercambiaran opiniones sobre muy diversos temas.
Las cuestiones que más interesan a las poblaciones indígenas han quedado recogidas en el proyecto de declaración sobre los derechos de las poblaciones indígenas que se está examinando en un grupo de trabajo especial establecido a estos efectos. El proceso de redacción, iniciado en 1985, no ha producido aún el documento definitivo que aprobaría la comunidad internacional. En este proceso han participado poblaciones indígenas de todas partes del mundo y representantes de los gobiernos.
La marginación y exclusión de las actividades principales que se llevan a cabo en las esferas política, económica y social han obligado a las poblaciones indígenas a crear grupos de presión y a procurar que sus intereses se tengan en cuenta en los documentos finales de las últimas conferencias celebradas por las Naciones Unidas, entre ellas, la Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Medio Ambiente y el Desarrollo (Río de Janeiro (Brasil), 1º a 12 de junio de 1992), la Conferencia Mundial de Derechos Humanos (Viena (Austria), 14 a 25 de junio de 1993), la Conferencia Internacional sobre la Población y el Desarrollo (El Cairo Egipto), 5 a 13 de septiembre de 1994), la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social (Copenhague (Dinamarca), 6 a 12 de marzo de 1995) y la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer (Beijing (China), 4 a 15 de septiembre de 1995). En todas esas reuniones mundiales se han examinado cuestiones de importancia para las poblaciones indígenas de todo el mundo.
En todos los documentos finales aprobados en esas conferencias se ha pedido a los gobiernos que pongan en práctica las recomendaciones relativas a las poblaciones indígenas y que adopten una legislación nacional que proteja y promueva sus derechos. También se ha hecho hincapié en la necesidad de ejecutar programas educativos y de sensibilización.
Uno de los desafíos más grandes que enfrentan los gobiernos y la comunidad internacional es lograr mejoras significativas en la vida de poblaciones que durante siglos han padecido la explotación y la marginación. El Decenio deberá servir de marco para evaluar las necesidades de las poblaciones indígenas y acelerar la rectificación de situaciones en las que las poblaciones indígenas se encuentren en desventaja. El Decenio también constituye un marco para emprender actividades y promover el progreso de las poblaciones indígenas. Es la oportunidad para lograr mejoras palpables en la vida cotidiana de las comunidades indígenas.
EL DECENIO: OPORTUNIDAD PARA RECTIFICAR LA SITUACIÓN
El Decenio de las Poblaciones Indígenas del Mundo, que comenzó el 9 de diciembre de 1994, fue proclamado por la Asamblea General en su resolución 48/163, de 21 de diciembre de 1993. Con el lema «Las poblaciones indígenas: la colaboración en acción», el Decenio constituye una oportunidad para fortalecer aún más la colaboración establecida entre las poblaciones indígenas y la comunidad internacional y entre las poblaciones indígenas y los Estados. Se espera que éste sea un período para movilizar la acción encaminada a rectificar los aspectos negativos introducidos en las comunidades indígenas por años de colonización y marginación.
El objetivo fundamental del Decenio es el fortalecimiento de la cooperación internacional para la solución de los problemas que enfrentan las poblaciones indígenas en esferas como los derechos humanos, el medio ambiente, el desarrollo, la salud, la cultura y la educación.
El Decenio de las Poblaciones Indígenas del Mundo es la ocasión para aceptar el reto que representa mitigar la situación de las poblaciones indígenas e intensificar los esfuerzos para atender a sus legítimas demandas y necesidades. A este respecto es importante que se logren los objetivos siguientes:
* Elevar la conciencia internacional acerca de la contribución que han hecho las poblaciones indígenas de todo el mundo y los problemas a que hacen frente. Promover y proteger los derechos de las poblaciones indígenas.
* Potenciar el papel de las poblaciones indígenas para que tengan opciones y puedan retener su identidad cultural, al tiempo que participan en la vida económica y social del país, con pleno respeto a sus valores culturales, idiomas, tradiciones y formas de organización social.
* Educar a las comunidades indígenas o no acerca de la situación, las culturas, los idiomas, los derechos y las aspiraciones de las poblaciones indígenas.
* Consultar con las poblaciones indígenas al adoptar decisiones que afecten a sus vidas y cooperar con esas poblaciones. Reconocer el valor y la diversidad de las culturas y las formas de organización social de las poblaciones indígenas del mundo.Instruir a las poblaciones indígenas, prestarles asistencia técnica y apoyar sus iniciativas. Mejorar las condiciones socioeconómicas de las poblaciones indígenas y aumentar su participación política en la adopción de decisiones a nivel nacional.
POBLACIONES INDÍGENAS Y CUESTIONES QUE LES ATAÑEN
Pobreza:
La pobreza tiende a surtir efectos desproporcionadamente graves en las poblaciones indígenas. Estas poblaciones suelen ser los grupos paupérrimos entre los pobres, los más vulnerables y los más desposeídos de la sociedad.
Un informe publicado recientemente por el Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE) en Chile ofreció un panorama tétrico de las condiciones en que viven las poblaciones indígenas de América del Sur. En el informe se señala que el 79% de los nacionales indígenas del Perú son pobres y que más de la mitad viven en la extrema pobreza. En Guatemala, el 87% de la población indígena se encuentra por debajo del umbral de pobreza y el 61% por debajo incluso del nivel de extrema pobreza. En Guatemala, toda persona cuyo ingreso mensual sea inferior a 60 dólares de los EE. UU. se considera pobre según las normas del país. El límite de extrema pobreza corresponde a un ingreso mensual de 30 dólares per cápita. En este país, la mayoría de la población indígena no tiene acceso al agua potable libre de impurezas y no cuenta con instalaciones de saneamiento ni electricidad. Menos de la tercera parte de los hogares indígenas cuentan con tendido de tuberías para el abastecimiento de agua; sin embargo, de estos servicios disfrutan la mitad de los hogares no indígenas.
Índices comparados de pobreza de las comunidades indígenas de cuatro países latinoamericanos
Porcentaje de población por debajo del nivel de pobreza
Países Poblaciones indígenas Poblaciones no indígenas
Bolivia 64.3 48.1 Guatemala 86.6 53.9 Mexico 80.6 17.9 Peru 79.0 49.7
[Fuente: Centro Latinoamericano de Demografía (CELADE)]
Falta de servicios básicos de salud: Las comunidades indígenas suelen carecen de infraestructuras básicas de salud.En el Ecuador, una elevada proporción de niños indígenas mueren de infecciones de las vías respiratorias, infecciones intestinales o desnutrición, que son padecimientos fácilmente curables.
En Australia central, el 40% de los niños aborígenes ingresa en hospitales debido a enfermedades agudas de las vías respiratorias en los primeros dos años de vida. La tasa de mortalidad infantil entre las comunidades indígenas de Australia prácticamente triplica la media nacional. Según un informe publicado por el Instituto Australiano de Salud y Bienestar Social, la diabetes es la causa directa del 5% del total de defunciones de aborígenes, frente al 2% entre la población no aborigen.
Según la Organización Mundial de la Salud, entre las poblaciones indígenas de Australia, América del Norte y Oceanía se registra una prevalencia elevada de obesidad y de enfermedades no transmisibles, sobre todo padecimientos cardiovasculares y diabetes. En Nueva Zelandia, las probabilidades de los hombres maoríes de contraer enfermedades cardíacas, neumonía e influenza, enfermedades crónicas de las vías respiratorias y dermatitis infecciosas duplican las de los no maoríes.
En muchos países, el desarrollo industrial no regulado ha cobrado un alto precio en la salud de las poblaciones indígenas y ha causado graves problemas ecológicos. De resultas de ello, la contaminación del agua es muy elevada, escasean los peces y la población indígena padece desnutrición y diversas enfermedades.
Bajo nivel de instrucción:
En la mayoría de los sistemas de enseñanza a los que tienen acceso los niños indígenas no se tienen en cuenta los valores tradicionales y culturales de las poblaciones indígenas. Ello ha contribuido, pues, a que las tasas de analfabetismo entre las comunidades indígenas sean muy elevadas. Además, por regla general, las poblaciones indígenas tienen menos acceso a la enseñanza básica que el resto de la población.
En Bolivia, los niveles de instrucción de la población indígena equivalen a tres grados menos que los de la población no indígena. En Australia, las tasas de participación escolar de los aborígenes disminuyen significativamente a partir de los 14 años de edad y registran un descenso del 98 al 31% a la edad de 17 años. Cerca de la mitad de la población aborigen y de la población isleña del Estrecho de Torres mayor de 15 años de edad no ha recibido instrucción oficial o no ha llegado al décimo nivel (décimo grado en el sistema de los EE. UU.).
Aproximadamente el 43% de los indios mexicanos no saben leer ni escribir y el 58% de los menores que han cumplido cinco años de edad no van a la escuela.
Falta de protección de sus derechos a la propiedad intelectual y cultural: Las poblaciones indígenas han expresado preocupación porque los conocimientos que han acumulado durante siglos son objeto de explotación comercial sin su consentimiento.
Disfrutan muy poco de las enormes ganancias que obtienen las empresas con la venta de productos farmacéuticos derivados de plantas medicinales descubiertas por las poblaciones indígenas.
Artefactos culturales que se exhiben en museos han sido sustraídos sin permiso de las poblaciones indígenas y en violación de sus creencias. Recientemente surgió una controversia debido a la exhibición en la Sociedad Geográfica Nacional en Washington, D.C., de los restos preservados de una adolescente inca que había sido sacrificada en la cima de una montaña de los Andes en el Perú hace 500 años.
Desempleo:
Por regla general, entre las comunidades indígenas se registra una tasa elevada de desempleo. Según la OIT, el desempleo entre los indígenas canadienses fluctúa entre el 35 y el 75%, y en algunas comunidades llega a alcanzar el 100%. En Australia, una encuesta nacional realizada en 1994 entre los aborígenes y los isleños del Estrecho de Torres arrojó tasas de desempleo de las comunidades indígenas muy por encima de la media nacional: prácticamente el 38% de los trabajadores aborígenes e isleños del Estrecho de Torres carecían de empleo, frente al 9% del total de trabajadores.
Derechos humanos:
Durante siglos se han violado los derechos humanos básicos de las poblaciones indígenas de muchas formas. Los derechos de las poblaciones indígenas fueron violados cuando se les obligó a abandonar sus tierras y fueron sometidos al genocidio cultural. En diversas partes del mundo se les ha impuesto una política de asimilación. Así ocurrió en Australia, donde los niños mestizos fueron arrebatados a sus familias de origen y colocados en orfanatos o en hogares adoptivos donde se les impuso la cultura occidental.En los Estados Unidos, muchos indígenas americanos han estado viviendo en reservaciones empobrecidas durante decenios. En el Brasil, el afán de explotar las ricas minas situadas en tierras indígenas llevó a los buscadores de oro a invadir el territorio yanomami, a matar a muchos indios y a exponerlos a enfermedades que resultaron mortales porque los yanomami no eran inmunes a ellas. Durante el levantamiento de Chiapas en México, las poblaciones indígenas fueron indiscriminadamente las víctimas de violaciones de los derechos humanos por parte de los militares y de los rebeldes.
Tierra y recursos:
Las poblaciones indígenas mantienen una relación particular con la tierra y en algunos países han estado oponiendo resistencia a la reubicación. En la mayoría de los casos, los gobiernos y las empresas multinacionales han explotado y agotado los ricos yacimientos de minerales de sus tierras. Las poblaciones indígenas han tratado de negociar con las autoridades nacionales a fin de recuperar la posesión de sus tierras ancestrales y sus lugares sagrados. En algunos casos se han alcanzado acuerdos satisfactorios. Al cabo de más de 20 años de negociación, los nisga’a de Columbia Británica firmaron un tratado con el Gobierno del Canadá por el que se les traspasarían sus derechos a la tierra y a los recursos.
En la Argentina, los dirigentes indios firmaron un acuerdo con el Gobierno por el que se garantiza el traspaso legal de 600.000 hectáreas de tierra a los indios de la zona del Chaco, en el norte de la Argentina. En otros casos se están realizando gestiones para abordar la cuestión de las reclamaciones de tierra y asegurar los derechos de las poblaciones indígenas a la tierra. Según un representante del Gobierno del Brasil, la demarcación de las tierras indígenas ha sido la prioridad máxima del Gobierno como medio de garantizar los derechos de las poblaciones indígenas a la tierra.
Libre determinación:
Las poblaciones indígenas disputan su derecho a la libre determinación, a poder determinar libremente su estatuto político y, en consecuencia, a luchar por su propio desarrollo económico, social y cultural. Un diálogo constructivo celebrado entre el Gobierno de Dinamarca y representantes indígenas llevó a la aprobación, en 1979, de la Ley relativa a un gobierno de la nación, que otorga a los inuit de Groenlandia un alto grado de autonomía en asuntos internos sin desintegrar la unidad territorial de Dinamarca. Ahora bien, muchos Estados se niegan a atender los reclamos de libre determinación y temen que las demandas de autonomía por parte de los grupos indígenas pudiera llevar a la desintegración nacional. En algunas partes del mundo, estos reclamos son imperiosos y han llevado a la sublevación. Así ocurrió en Chiapas (México), donde la autonomía fue el grito de guerra del Ejército Zapatista de Liberación Nacional.
PROYECTO DE DECLARACIÓN SOBRE LOS DERECHOS DE LAS POBLACIONES INDÍGENAS
Aunque se haya aprobado la Declaración Universal de Derechos Humanos, y pese a todo lo que han logrado las Naciones Unidas en la esfera de los derechos humanos, todavía queda mucho por hacer para resolver las violaciones de los derechos humanos que siguen ocurriendo en el mundo. La población indígena considera que sus derechos deben quedar consagrados en un documento que tome en consideración su situación específica. Todos los intereses y las aspiraciones de las poblaciones indígenas se están poniendo actualmente en blanco y negro en el proyecto de declaración de derechos de las poblaciones indígenas. El Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas, integrado por cinco expertos, ha estado trabajando en ese proyecto desde 1985. En 1993, el Grupo de Trabajo terminó de redactar el proyecto de declaración y al año siguiente lo envió a los gobiernos para que formularan sus observaciones.
El proyecto se está examinando en estos momentos en un grupo de trabajo de composición abierta entre períodos de sesiones establecido en virtud de la resolución 1995/32 de la Comisión de Derechos Humanos, de 3 de marzo de 1995. A finales de 1997, el grupo de trabajo que examina el proyecto de declaración había celebrado tres períodos de sesiones. El primero de ellos se celebró en Ginebra, del 20 de noviembre al 1º de diciembre de 1995, el segundo, del 21 de octubre al 1º de noviembre de 1996 y el tercero, del 27 de octubre al 7 de noviembre de 1997. Al igual que hizo el Grupo de Trabajo sobre Poblaciones Indígenas, este grupo de trabajo ofrece a los representantes de los gobiernos y de las organizaciones indígenas y no gubernamentales la oportunidad de presentar abiertamente sus puntos de vista,así como de celebrar consultas y deliberar sobre los diferentes artículos del proyecto de declaración.
En el proyecto de declaración se reconocen los derechos humanos básicos y las libertades fundamentales de las poblaciones indígenas y se pide a los Estados que respeten y acaten cualquier instrumento jurídico convenido entre ambas partes. En el proyecto de declaración se hace hincapié, entre otras cosas, en lo siguiente: El derecho de las poblaciones indígenas a ser libres y a disfrutar de igualdad con todas las demás personas y poblaciones en dignidad y con derechos.
El derecho a la libre determinación y a decidir libremente su estatuto político y su desarrollo económico, social y cultural.
El derecho a practicar y revitalizar sus tradiciones culturales y sus costumbres, y también el derecho a cultivar y enseñar sus tradiciones espirituales y religiosas.
El derecho a establecer y supervisar sus sistemas de enseñanza y las instituciones que proporcionan instrucción en sus propios idiomas.
El derecho a participar plenamente en todos los niveles de adopción de decisiones en cuestiones que puedan afectar a sus derechos, sus vidas y su destino.
El derecho de las poblaciones indígenas a sus tierras, territorios y recursos.
Entre los principales logros del Decenio se contarían la aprobación por la Asamblea General de las Naciones Unidas del proyecto de declaración y, como se reiteró en la resolución 50/157 de la Asamblea General, el establecimiento de un foro permanente para las poblaciones indígenas en el seno de las Naciones Unidas. La recomendación para que se estableciera ese foro se hizo en la Declaración y el Programa de Acción de Viena, aprobado en la Conferencia Mundial de Derechos Humanos en junio de 1993. Todavía se están celebrando consultas para determinar el mandato de ese foro permanente, su composición,estructura y financiación. La finalidad del foro sería crear un mecanismo permanente que permita a las poblaciones indígenas plantear cuestiones que les atañen y examinarlas con los gobiernos.
PROGRAMA DE ACTIVIDADES QUE REALIZARÁN LOS PRINCIPALES INTERESADOS
La Asamblea General aprobó un programa de actividades para el Decenio Internacional de las Poblaciones Indígenas del Mundo que permite a las diferentes agentes que intervienen, a saber, el sistema de las Naciones Unidas, los gobiernos, las organizaciones intergubernamentales y no gubernamentales, y otras partes interesadas, planificar actividades a fin de elevar la conciencia acerca de las cuestiones que atañen a las poblaciones indígenas.
Esas actividades deberán llevarse a cabo por diversos medios.
Actividades del Coordinador del Decenio y la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos en Ginebra Alentar la formulación de proyectos de cooperación en asociación con los gobiernos para abordar cuestiones regionales o temáticas concretas reuniendo a los gobiernos, a las poblaciones indígenas y a los organismos de las Naciones Unidas que corresponda.
Crear un programa de becas, en colaboración con los Servicios de Asesoramiento de la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos y los gobiernos, para ayudar a las poblaciones indígenas que deseen ganar experiencia en las diferentes ramas de la Oficina y en otras partes del sistema de las Naciones Unidas.
Organizar reuniones sobre los temas de interés para las poblaciones indígenas que corresponda, en las que participen esas poblaciones.
Elaborar, en cooperación con los gobiernos, programas de capacitación en derechos humanos para las poblaciones indígenas, incluso la preparación de materiales didácticos apropiados, de ser posible en los idiomas vernáculos.
Alentar la formulación de proyectos y programas, en colaboración con los gobiernos,y tener en cuenta las opiniones de las poblaciones indígenas y los organismos correspondientes de las Naciones Unidas para apoyar al Fondo de Contribuciones Voluntarias para el Decenio.
Actividades de información pública de las Naciones Unidas Publicar en los idiomas vernáculos la Declaración Universal de Derechos Humanos,las convenciones internacionales relacionadas con los derechos humanos y, tan pronto se apruebe, la declaración de las Naciones Unidas sobre los derechos de las poblaciones indígenas. Examinar la posibilidad de utilizar materiales audiovisuales para ese fin. Examinar también la posibilidad de hacer participar a expertos indígenas y a sus propias redes de información para difundir información sobre el Decenio.
Preparar, en colaboración con la Oficina del Alto Comisionado para los Derechos Humanos, información sobre las poblaciones indígenas, que se distribuiría al público en general.
Actividades operacionales del sistema de las Naciones Unidas Establecer centros de coordinación sobre cuestiones indígenas en todas las organizaciones del sistema de las Naciones Unidas que corresponda.
Instar a los gobiernos a velar porque se asigne prioridad y se dediquen recursos suficientes a los programas y presupuestos de las organizaciones intergubernamentales correspondientes para promover los objetivos del Decenio, y pedir que periódicamente se presenten informes sobre las medidas adoptadas al organismo de ejecución o al consejo ejecutivo de cada organización.
Preparar, publicar y difundir un manual que contenga información práctica para las poblaciones indígenas sobre las actividades y los procedimientos de los organismos de las Naciones Unidas.
Alentar a los gobiernos a que establezcan mecanismos y prácticas apropiados para asegurar la participación de las poblaciones indígenas en la elaboración y ejecución de programas nacionales y regionales que les conciernan.
Celebrar consultas con los gobiernos para examinar, con los comités nacionales y los organismos de desarrollo, las posibilidades de cooperación en actividades del Decenio. Celebrar consultas con todas las partes interesadas sobre los temas de derechos humanos, desarrollo, medio ambiente, salud y educación, y cultura, con miras a elaborar programas en esas esferas.
Actividades de las organizaciones regionales Celebrar consultas regionales sobre cuestiones indígenas con las organizaciones regionales existentes con miras a fortalecer la coordinación, aprovechar el mecanismo del sistema de las Naciones Unidas y promover la participación activa y directa de las poblaciones indígenas de las diferentes regiones, en colaboración con los gobiernos.
Preparar cursos de capacitación y programas de asistencia técnica para las poblaciones indígenas en esferas como el diseño y la gestión de proyectos, el medio ambiente, salud y educación, y promover el intercambio de experiencias y conocimientos entre las poblaciones indígenas de diferentes regiones.
Alentar a las organizaciones regionales a que elaboren instrumentos regionales para la promoción y protección de los derechos de las poblaciones indígenas en el marco de sus propias estructuras, y promover los instrumentos regionales vigentes.
Actividades de los Estados
Miembros Establecer comités nacionales del Decenio o mecanismos análogos que incluyan a las poblaciones indígenas, a todos los departamentos pertinentes y a otras partes interesadas debidamente invitadas por los gobiernos, para movilizar el apoyo de la opinión pública a las diversas actividades relacionadas con el Decenio. Intensificar la coordinación y la comunicación a nivel nacional entre los ministerios,los organismos y las autoridades regionales y locales pertinentes, mediante el establecimiento de centros de coordinación u otros mecanismos de coordinación y difusión de la información.
Elaborar, en cooperación con las comunidades indígenas, planes nacionales para el Decenio, que comprendan los objetivos y metas principales, establezcan metas cuantitativas y tengan en cuenta la necesidad de recursos y las posibles fuentes de financiación.
Examinar la posibilidad de ratificar y poner en práctica el Convenio (No. 169) de la Organización Internacional del Trabajo sobre poblaciones indígenas y tribales y otros instrumentos internacionales y regionales, en estrecha consulta con las organizaciones indígenas de cada país.
Reconocer la existencia, la identidad y los derechos de las poblaciones indígenas mediante reformas constitucionales o la aprobación de nuevas leyes, cuando proceda, para mejorar su situación jurídica y garantizar sus derechos económicos, sociales, culturales,políticos y civiles.
Actividades de las organizaciones de las poblaciones indígenas
Establecer una red de información que se pueda vincular con el Coordinador y facilitar las comunicaciones entre el sistema de las Naciones Unidas, los departamentos gubernamentales correspondientes y las comunidades indígenas.
Establecer escuelas indígenas e instituciones de nivel universitario, apoyarlas y colaborar con los organismos pertinentes de las Naciones Unidas; participar en la revisión de los textos escolares y los contenidos de los programas de estudio, a fin de eliminar el contenido discriminatorio, y promover el desarrollo de las culturas indígenas y, cuando proceda, en los idiomas y grafías indígenas; preparar programas de enseñanza indígenas para las escuelas y los institutos de investigación.
Establecer y promover redes de periodistas indígenas e iniciar la publicación de periódicos indígenas en los planos regional e internacional. Actividades de las organizaciones no gubernamentales y otras partes interesadas,incluidos las instituciones docentes, los medios de información y las empresas Cooperar con las organizaciones, las comunidades y las poblaciones indígenas en la planificación de actividades del Decenio.
Crear centros de radio y televisión en las regiones indígenas, según proceda y de conformidad con la legislación nacional, para suministrar información sobre los problemas y las propuestas de las poblaciones indígenas y mejorar las comunicaciones entre las comunidades indígenas.
Promover las culturas indígenas con el debido respeto a los derechos de propiedad intelectual, mediante la publicación de libros, la producción de discos compactos y la organización de distintas actividades artísticas y culturales que aumenten los conocimientos sobre las culturas indígenas y propicien su desarrollo, y establecer centros de cultura y documentación indígenas.
El desafío
El éxito del Decenio dependerá de los medios que se pongan a disposición para la ejecución de programas nacionales de desarrollo dirigidos a lograr esas mejoras. Ello requiere la voluntad de las autoridades nacionales de aumentar la cooperación en materia de asuntos indígenas, aprobar leyes nacionales en que se reconozcan los derechos de las poblaciones indígenas y la participación de esas poblaciones en la planificación y realización de actividades nacionales para promover los objetivos del Decenio. Para decirlo con palabras de Rigoberta Menchú, india maya de Guatemala que ganó el Premio Nobel de la Paz por su labor de promoción de los derechos humanos de las poblaciones indígenas: «El Decenio es la esperanza de que es posible establecer nuevas relaciones basadas en el respeto y el reconocimiento mutuos». El cincuentenario de la Declaración Universal constituye una oportunidad especial para que la comunidad internacional reflexione acerca de los progresos alcanzados en el mejoramiento de las vidas de los desposeídos y adopte medidas eficaces para enfrentar los desafíos que aún quedan por delante. Se podrían realizar esfuerzos especiales para aumentar el bienestar de las poblaciones indígenas y convertir en realidad los derechos básicos y las libertades fundamentales proclamados en la Declaración Universal de Derechos Humanos,para el disfrute de toda la humanidad y no sólo de algunos pocos de nosotros. En este sentido,la universalidad, indivisibilidad e interdependencia de los derechos humanos cobran importancia capital.
www.un.org/spanish/hr/pobla.htm