Mil Formas de Usar la Biblia

Impulsar el uso de las Escrituras en el idioma materno de las personas, es la tarea primordial de la Iglesia. En la introducción del Libro Mil formas de Usar la Biblia, se hace énfasis en el papel de la Iglesia en esta responsabilidad: “La iglesia necesita animar a las personas a comunicarse con Dios en su propia lengua. Necesita animarles a que integren su identidad cristiana y cultural de modo que su cosmovisión sea transformada para reflejar los valores del reino de Dios”. En la medida que usemos la Escritura, reflejaremos con nuestros hechos la vida y mente de Jesucristo en nosotros.

En marzo del 2008, en la Consulta sobre el Uso de las Escrituras que se realizó en Bogotá, Colombia, fue presentado el Libro “Mil formas de Usar su Biblia”. Este libro es un trabajo de casi una década y fue escrito en África, durante el tiempo de servicio de los autores. Traducido al español, “Mil formas de Usar la Biblia”, represanta uno de los recursos mas importantes de este siglo para equipar a un obrero transcultural en la utilización de las Escrituras en el contexto de la cultura meta donde está trabajando. Agradecemos a los autores por su esfuerzo y por la oportunidad de promoverlo en México.

A continuación, le presentamos una parte de la introducción. Próximamente, usted podrá adquirir este libro en México.

Introducción

Cuando Jesús les nació a María y José, Dios se tradujo en nuestro mundo humano. Al hacer su morada entre nosotros, Dios se hizo uno de nosotros; no nos exigió que abandonemos nuestra lengua y cultura para venir a él. Este acto de la traducción de Dios de sí mismo continúa hoy conforme el evangelio se expresa en las lenguas locales y se vive en la práctica en las culturas locales. Al hacerlo así el cristianismo afirma la identidad cultural y lingüística de todas las personas. El resultado es una iglesia multilingüe y multicultural.

Por demasiado tiempo la iglesia cristiana ha ignorado su diversidad cultural y lingüística. Por demasiado tiempo ha tratado de imponerles a sus miembros un código universal de pensamiento y conducta. No ha luchado adecuadamente con las implicaciones teológicas y prácticas de la diversidad de lenguas y culturas en el plan de Dios. Algunos creyentes han dominado sin darse cuenta, en tanto que otros han sido humillados.

La iglesia necesita animar a las personas a comunicarse con Dios en su propia lengua. Necesita animarles a que integren su identidad cristiana y cultural de modo que su cosmovisión sea transformada para reflejar los valores del reino de Dios. Cada grupo lingüístico y cultural tiene su propio trabajo singular que hacer en este respecto. Este libro fue preparado para responder a esta necesidad. Empieza identificando barreras comunes a la interacción con las Escrituras, y luego considera los cimientos teológicos para esta fe traducida. El libro entonces explora como las iglesias multilingües pueden mantener unidad en Cristo y celebrar su diversidad de membresía. Pasa a ayudar a las personas a usar las Escrituras de maneras pertinentes: identificando asuntos culturales relevantes, preparando estudios bíblicos y sermones, atendiendo las preocupaciones humanas, y en la meditación. Da ayuda para proclamar la fe mediante narraciones y encuentros de buenas nuevas. Considera cómo hablar de la fe a los animistas (ver apéndice 7), a musulmanes, a niños y jóvenes, y en el hogar. Explora el uso de música, drama y las artes visuales.

El libro también ayuda a los que necesitan enseñar a las personas cómo leer las Escrituras en su lengua. Da consejos en cuanto a investigar el uso de las Escrituras en iglesias, el mercadeo de productos bíblicos, y ayuda a las iglesias a cambiar sus maneras largamente establecidas de usar las Escrituras. El libro se puede usar de muchas maneras, pero una manera que es especialmente eficaz es usarlo en seminarios locales de interacción con las Escrituras. El capítulo final del libro explica cómo organizar y dirigir tales seminarios.

Términos El término “lengua materna” se refiere al primer idioma que una persona aprendió en su infancia. Puede ser o no la primera lengua de la madre. El término “lenguaje minoritario” o “lenguaje local” se refiere a idiomas hablados por poblaciones relativamente pequeñas. Los “lenguajes nacionales o de las mayorías” son aquellos que ampliamente hablan millones de personas, como el español, francés, inglés, swahili, chino y otros más. Para algunas personas, su lengua materna es un idioma de las mayorías. Para otras, es un lenguaje de una minoría. El propósito principal de este libro es velar que todas las Escrituras disponibles se usen en varios aspectos de la iglesia y la vida personal en el lenguaje más apropiado. Debido a que las iglesias pasan por alto los lenguajes minoritarios, se promueve especialmente su uso.

Como Usar Este Libro

Cada iglesia y situación lingüística es diferente. Es muy importante que cualquiera que planee enseñar un curso o seminario utilizando este libro lea todo el libro y entonces elija los capítulos más relevantes para la situación local. Este libro ofrece más que puede estudiar en un solo curso. Hay que seleccionar ciertas cosas. Dentro de los capítulos elegidos, también deberá decidir qué ejercicios, grupos de discusión, y tareas puede asignar al tiempo disponible. Para un seminario que dure varios días, se pueden concluir 3 capítulos por día. Algunos capítulos toman más tiempo que otros.

Se deben planear una serie de seminarios sobre el Uso de las Escrituras para cubrir todo el libro, o al menos los capítulos más relevantes para ese contexto, y permitir la suficiente exposición de las ideas para que se establezcan nuevas actitudes y prácticas. Al requerir que los participantes apliquen lo que han aprendido para ser elegibles para futuros talleres, puede motivarlos para que pongan en práctica lo que escuchen.

La enseñanza del libro se basa sobre la premisa del aprendizaje participativo. Los ejercicios en grupos, grandes y pequeños, son parte integral del libro y deben incluirse de ser posible.Algunos asuntos deben discutirse en grupo grande, permitiendo que respondan primero a preguntas clave. Luego, si algo en el texto no se ha cubierto el traductor podrá agregarlo.

Cuando se trabaja con líderes experimentados de la iglesia, ellos pueden tener muchas percepciones importantes sobre estas cosas, quizá ¡más allá de lo que incluye el libro! Donde exista el encabezado “Discusión en Grupos pequeños”, el conductor deberá dividir a los participantes en grupos de 4 a 6 personas. Algunas veces lo mejor es tener grupos homogéneos, pero otras será mejor reunir a gente de trasfondos muy diferentes. Otro encabezado, “Discusión en Grupos Denominacionales,” indica temas que discuten políticas y prácticas en iglesias específicas. Los deben hacer reportes para todo el grupo al final del tiempo de discusión. El grupo designará a la persona que deba reportar.

Notas

Agradecimientos: Las autoras agradecen a Rick Brown, Brian Schrag, Michael Rynkiewich, IMB y EPIC Partners, Michelle Petersen, Dave Cochran y John Lindley por sus aportaciones a esta revisión. Cada capítulo cuenta con bibliografía y sitios útiles en la Web. Con estas inclusiones, el libro es apto para usarse en seminarios y universidades teológicas.

Margaret Hill y Harriet Hill

Septiembre 2005

Impreso por Editorial La Buena Semilla

Carrera 31 No. 64A-34