El “Museo de la Biblia”, cuyas obras comenzaron este jueves 12 de febrero, abrirá en pleno corazón de Washington, a unos metros de un famoso centro comercial, donde se alinean los prestigiosos museos nacionales de la capital.
Washington.- Un museo privado consagrado a la Biblia abrirá en noviembre de 2017 en Washington, una iniciativa de un millonario empresario reputado en Estados Unidos por sus posiciones religiosas y conservadoras.
El “Museo de la Biblia”, cuyas obras comenzaron este jueves 12 de febrero, abrirá en pleno corazón de Washington, a unos metros de un famoso centro comercial, donde se alinean los prestigiosos museos nacionales de la capital.
Según su promotor, se trata del único museo en el mundo dedicado al Libro Santo.
En ocho niveles sobre una superficie de 40 000 m2, el museo evocará la Biblia, su historia y sus repercusiones en el mundo, pero además recibirá explosiones temporales, así como a investigadores y estudiantes.
Los objetos que se exhibirán son parte de la colección personal de su fundador, Steve Green, presidente de Hobby Lobby, una cadena familiar de muebles basada Oklahoma (sur).
La colección reunida en solo cinco años, una de las más grandes del género en manos privadas, incluye unos 40.000 objetos, con fragmentos de manuscritos del mar Muerto, tabletas cuneiformes, Torás o un pedazo de la Biblia de Gutenberg.
“Queremos atraer la atención de todos. La Biblia es un libro que tuvo enormes repercusiones, que fue controversial, amado, detestado. Pensamos que la gente debe conocerlo”, indicó Green en una rueda de prensa.
El filántropo, bautista y nieto de pastores pentecostales, considera que el museo no será una oda al creacionismo, un debate todavía vivo en este país religioso. “Ese no necesariamente será un debate para nuestro museo”, comentó.
La construcción del edificio costará 400 millones de dólares.
Construcción de museo de la Biblia genera controversia en Washington
Está previsto que el centro abra sus puertas en 2017, pero desde ya, cuando todavía se encuentra en sus primeras fases, está generando polémica en Estados Unidos.
BBC.- En pleno corazón de Washington, a pocas cuadras de la Casa Blanca y el Capitolio, un proyecto de 800 millones de dólares y casi 40.000 metros cuadrados comienza a tomar forma: un museo de ocho pisos dedicado a la Biblia.
El lugar tiene el objetivo de estudiar “el impacto, la historia y la narrativa” del texto sagrado del cristianismo y el judaísmo a través de una serie de exhibiciones inmersivas y de alta tecnología que están basadas en una colección privada de más de 40.000 objetos.
Está previsto que el centro abra sus puertas en 2017, pero desde ya, cuando todavía se encuentra en sus primeras fases, está generando polémica en Estados Unidos.
La idea del proyecto fue de Steve Green, un empresario a cuya familia pertenece una cadena de 600 almacenes de manualidades llamada Hobby Lobby, que asegura en su página web “honrar al Señor” de una manera consistente con los principios bíblicos.
La cadena protagonizó hace unos meses las noticias nacionales, cuando la Corte Suprema falló en su favor en un caso histórico contra el gobierno y decretó que las compañías cuyos dueños son religiosos no están obligadas a pagarles los anticonceptivos a sus empleadas bajo la nueva ley de salud.
Precisamente el perfil de Green es uno de los motivos que preocupan a quienes han expresado sus dudas por el museo y por los límites entre educar sobre este libro y evangelizar sobre él.
El equipo de trabajo de Green asegura que no busca hacer proselitismo y el museo no será sectario, pero hay quienes consideran que será un “vehículo para que los evangélicos como Green y su junta directiva promuevan su agenda a expensas de la tradición de tolerancia y libertad religiosa en EE.UU.”, como expresó un lector del diario The Washington Post en una carta.
Y no se trata solo de lectores. Algunas organizaciones que promueven la separación entre la Iglesia y el Estado también han rechazado el proyecto, como la Fundación para la Libertad de la Religión (FFRF, por sus siglas en inglés).
Su copresidenta, Annie Laurie Gaylor, le dijo a BBC que el museo “es un desperdicio de dinero de proporciones bíblicas”.
“Creemos que la Biblia es un cuento de hadas de los Hermanos Grimm, así como un libro que está reteniendo a nuestra nación”, asegura.
Gaylor también considera problemática la cercanía geográfica del museo con las principales instituciones gubernamentales en Washington.
“Ciertamente tenemos libertad de religión y Hobby Lobby puede abrir un museo de la Biblia, pero le pediríamos al público que considere los motivos detrás de él, que es hacer lobby en el Congreso para la unificación de la religión y el gobierno”.
Este es un argumento que rechazan los organizadores del museo y, como le dijo a BBC su director ejecutivo, Cary Summers, el proyecto no tiene una agenda y está en la capital por cuestiones comerciales y para atraer el mayor número de visitantes posibles.
Entre la colección de Green se encuentran manuscritos medievales de los siglos XIII a XV. Summers agrega que el museo tampoco está buscando evangelizar, califica las críticas de “especulación” y asegura que la decisiones no serán tomadas por Green solamente sino por una junta con intereses variados.
“Queremos que las personas se involucren con la Biblia”, asegura. “Lo que hagan con eso después depende de ellas”.
La Biblia “sigue teniendo una distribución muy amplia, más que cualquier otro libro que haya sido impreso, así que creemos que esto es significativo y justifica la importancia de que nosotros tratemos de presentar su historia”.
Queremos que las personas se involucren con la Biblia. Lo que hagan con eso después depende de ellas.