Es nada más que natural que llevemos a nuestro trabajo el sesgo de nuestra propia manera de pensar, aprender y comunicarnos; pero a menos que podamos adaptar nuestras comunicaciones a nuestro público, limitaremos nuestro público a los que piensan como nosotros. Rick Brown (autor) es erudito de la Biblia y estratega de misiones. Ha participado en alcance en África y Asia desde 1977.
Los que queremos alcanzar, sin embargo, incluyen a muchos para quienes leer no es un rasgo importante de la vida diaria. Es más, prefieren modos orales de comunicación. Muchos son no lectores que se sienten más cómodos con métodos orales de comunicación. La investigación y experimentos en las últimas dos décadas han mostrado que los comunicadores orales aprenden mejor cuando se usan estos métodos. En este artículo1 veremos algunos de los principios que hay que entender y sus implicaciones para comunicar la palabra de Dios.
Desde su publicación en 1982 la obra estándar que contrasta a los comunicadores orales con los orientados a impresos ha sido Orality and Literacy: the Technologizing of the Word, por el Prof. Walter J. Ong. Este libro ha llegado a ser la obra estándar en su campo y una inspiración para nuevas líneas de investigación en campos tan diversos como historia, psicología cognoscitiva, educación, crítica literaria, y estudios bíblicos. A menudo, echaré mano de las nociones de este libro en la explicación que sigue.
Definiciones
Para empezar definamos algunos términos:
• Comunicadores impresos son los que dependen de la lectura y escritura para la comunicación de información importante. Una cultura que se caracteriza por tales comunicaciones se llama una cultura impresa.2
• Comunicadores orales son los que dependen en su mayor parte de medios verbales, no impresos, para aprender, para comunicarse con otros, para expresarse a sí mismos, y para disfrutar de un relato. Una cultura en que las comunicaciones orales son típicas se llama una cultura oral.
Es útil distinguir por lo menos dos categorías de comunicadores orales:
• Comunicadores orales primarios son personas en culturas con escasa alfabetización, o ninguna. Ejemplos incluyen sociedades tradicionales campesinas y nómadas, como también comunidades urbanas pobres.
Rick Brown es erudito de la Biblia y estratega de misiones. Ha participado en alcance en África y Asia desde 1977.
• Comunicadores orales secundarios los que dependen de comunicaciones electrónicas de audio y visuales (ver Ong 1982:135). La lectura y escritura no se valoran en alto grado. En tal cultura, la élite tiene alfabetización funcional, y pueden capacitar al resto para adquirir información y entretenimiento de medios electrónicos. La mayoría de comunidades del mundo en desarrollo están llegando a convertirse en culturas orales secundarias.
Comunicándose Eficazmente con los No Lectores
Cuando se enseña en un formato de narrativa, la retención de la información por parte de los comunicadores orales puede ser mucho mayor que cuando se enseña en el formato de conferencia. Los comunicadores orales aprenden y retienen información de manera diferente que los comunicadores impresos Es difícil que personas con alta alfabetización de culturas orientadas a lo impreso comprendan cómo piensan, aprenden y se comunican los comunicadores orales. Ong anota que Una persona de orientación impresa puede objetar, diciendo que las personas necesitan un libro en el cual vean las cosas, pero como a Jim Slack le encanta decir, los comunicadores orales no miran las cosas; las sacan de su memoria.5 La persona orientada a lo impreso se sorprende de que un comunicador oral puede oír, muy complacido, repetidas veces una grabación, día tras día, e incluso asombrarse más de lo rápido que él o ella lo memoriza. En las culturas orales la gente fácilmente memoriza grandes porciones de las Escrituras.6 Esto se puede ver en las culturas musulmanas.
Como Graham nota, el Corán se transmitió oralmente, y su forma escrita ha servido en su mayor parte como ayuda para su repetición oral y memorización; la educación tradicional islámica de los niños ha recalcado la memorización de todo el Corán, y es en su repetición entonada que el Corán se percibe en su mayor parte como Escrituras (1987:x, 80, 88-92, 98, 101). Graham anota también, que las Escrituras más Note que una tendencia general en la historia ha sido el progreso de oralidad primaria a alguna alfabetización con oralidad residual, y de allí en algunos casos a cultura orientada a impresos.3 La tendencia moderna es pasar a una oralidad secundaria, a una cultura post-alfabetización o de multimedios,4 en muchos casos saltándose la etapa de la orientación a los impresos. El mundo árabe, por ejemplo, básicamente se ha convertido en una cultura de multimedios. Como Viggo Søgaard le recordó en la conferencia del Foro de Agencias Bíblicas: El pensamiento y la expre-sión de las culturas orales a menudo son altamente organizados pero exige organización de un tipo nada familiar y a menudo desagradable para la men-te alfabetizada (Ong 1982: dentro de la cubierta).
Desdichadamente a menudo sucede que un comunicador orientado a lo impreso erróneamente espera que los comunicadores orales de su público entiendan maneras lógicas, analíticas y abstractas de pensar, o espera que los sermones y programas de radio diseñados para un público orientado a lo impreso se puedan traducir y usar eficazmente con un público oral. Pero esto no es usualmente el caso.7 Nos engañamos cuando decimos que estamos alcanzando al mundo pro-veyendo sólo Escrituras impresas, cuando menos de la mitad de la población del mundo sabe leer. Es importante escoger el me-dio basado en las nece-sidades del público (citado en Macdonald 1997.17) Así que, ¿cómo piensan y aprenden las personas en las culturas orales? Tal vez ayude destacar las diferencias entre los dos tipos de culturas, según investigó Ong. Los comunicadores orales aprenden al oír, en tanto que los comunicadores impresos aprenden al ver y leer. Los comunicadores orales piensan y hablan de eventos, no de palabras. Ellos “usan relatos de acción • Implicación: Puesto que las personas aprenden mejor cuando se presenta la información en la manera en la que están acostumbrados y que se ajusta a su estilo de aprendizaje, los especialis-